A los hombres nos preocupan menos las arrugas en general pero más las marcas de expresión, la firmeza, el tono y los brillos y también las manchas solares
La Sociedad Española de Medicina Estética apunta que un 20% de la población masculina es usuaria de tratamientos médicos estéticos. En muchos casos, la motivación es laboral. Para lograr un aspecto externo mejorado que afiance su seguridad o que aumente sus opciones al acceder a oportunidades laborales.
Las pieles masculina y femenina son diferentes, pero el Dr. Moisés Amselem apunta que las necesidades y objetivos estéticos de unos y otras son similares. A los hombres nos preocupa menos la arruga propiamente dicha, pero sí y mucho las bolsas y ojeras. También la firmeza y el tono.
La piel masculina es más firme y gruesa y envejece más tarde, pero lo hace de manera más brusca acentuando las marcas de expresión. Por motivos hormonales, segrega mucha más grasa cutánea y ésta genera más imperfecciones y brillos. La corrección de estas arrugas está entre los de tratamientos de rejuvenecimiento más demandados por ellos. Se aplica toxina botulínica, Botox, especialmente en la zona del entrecejo y en las arrugas alrededor de los ojos.
Para aportar hidratación, combatir la flacidez y regenerar el cutis se administra un cóctel de oligoelementos, aminoácidos, péptidos y ácido hialurónico. Estos complejos vitamínicos se usan en cualquier época del año y a cualquier edad.
Otro problema muy frecuente es el hundimiento en la zona de las ojeras. Se debe a una pérdida de volumen, ya que con los años se genera menos grasa. Se pueden aplicar la ‘técnica horaria’ o la conocida como ‘palo de hockey’, ambas desarrolladas por el Dr. Amselem y conocidas internacionalmente.
En la ‘técnica horaria’, se inyecta ácido hialurónico en la zona del surco de la ojera, encima de las cejas y en la región de las patas de gallo. Se logra una reducción del surco de la ojera. Con el ‘palo de hockey’ se inyecta igualmente, desde los pómulos hasta la sien logrando un ‘lifting’ no quirúrgico del tercio medio de la cara que reduce las arrugas.
Se trata de intervenciones que duran unos veinte minutos y son indoloras, gracias al uso de novedosas microcánulas de punta redondeada. No dejan hematomas y son compatibles con el sol y las actividades propias del verano. Permiten la reincorporación inmediata y su efecto es de hasta un año, mejorando enormemente la hidratación y el colágeno propio de la piel.
