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Sakuma, vientre plano

El método se basa en corregir la postura al dormir, trabajar, caminar, sentarse o estar de pie para estimular el metabolismo

El método Sakuma está basado en la corrección de la postura en situaciones cotidianas como dormir, trabajar, caminar, sentarse o estar de pie. Unas pautas sencillísimas que te ayudan a adelgazar en muy poco tiempo, fácilmente y tonificando además tus ‘zonas conflictivas’.

Sostiene Kenichi Sakuma que los músculos ‘maltratados’ por posturas erróneas no se tonifican y ralentizan el metabolismo. Generan zonas rebeldes. Al moverlos correctamente, fortalecemos, equilibramos y mantenemos el metabolismo activo. Quemando grasa continuamente.

Con ejercicios de estiramiento se tonifica y se reduce el volumen de las zonas complicadas: abdomen, glúteos y muslos, se aporta firmeza al pecho y se afina la cintura. Los ejercicios básicos del método Sakuma deben realizarse todos los días –cinco a veinte minutos- durante las dos primeras semanas. Después bastará con entrenar cada dos días.

sakuma
Abdomen y glúteos: Tumbada bocabajo y las manos entrelazadas detrás del cuello. Levanta la parte superior del cuerpo sin levantar el abdomen del suelo. Levanta las piernas rectas, apretando una contra otra y curvando la espalda. Cruza los tobillos y empuja los pies hacia afuera. Mantén diez segundos, descansa y repite tres veces.

Tonificar muslos: Tumbada bocabajo con los brazos cruzados bajo la barbilla. Levanta los pies, cruza los tobillos y llévalos hacia arriba con las rodillas dobladas para separar los muslos del suelo. Mantén seis segundos, descansa y repite diez veces.

Marcar cintura: Sentada en una silla, deja caer los brazos a ambos lados, con los hombros rectos. Agárrate al borde de la silla y levanta un lado de la cadera subiendo la pierna, pero sin mover los hombros. Mantén tres segundos y cambia de pierna. Repite diez veces.

Pecho firme: Sentada en una silla, cruza los brazos y separa los pies a la anchura de la cadera. Agárrate los codos con las manos apoyándolos sobre las rodillas separadas y levanta los brazos, cruzados por encima de la cabeza, sin mover el torso. Mantén seis segundos y repite diez veces.

Ganar equilibrio: En cuclillas, con los pies juntos y el torso hacia adelante. Apoya las palmas de las manos en el suelo y ponte de pie de golpe. De puntillas, con los brazos levantados y las manos abiertas, estirando el cuerpo hacia arriba todo lo que puedas. Recupera la posición inicial y repite diez veces.

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