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Por un cuello estilizado

La papada es un problema estético con distintas posibles causas, pero que se acentúa con la edad, el aumento de peso o un uso excesivo del smartphone

Con el paso del tiempo, y cada vez a edades más tempranas, se puede ir formando bajo la parte frontal del rostro lo que se conoce como doble mentón o papada. Se trata de un problema estético bastante común y que afecta a cada vez a más personas. Factores como los cambios de peso, la adicción al teléfono móvil, o desajustes hormonales, acentúan el riesgo de que se forme.

Aunque la propia genética también puede influir notablemente, una de las causas que más está extendiendo esta anomalía estética es de carácter postural. Se llama ‘cuello smartphone’ y se ha convertido en uno de los mayores complejos del siglo XXI. Combatirlo es un gran reto para los profesionales de la estética.

Tendemos a mirar hacia abajo, incluso tocando el pecho con la barbilla, cuando atendemos o consultamos nuestro teléfono móvil o tablet. Con este gesto se ejerce una presión sobre la columna que afecta al cuello que, al no poder aguantar el peso, cede repetidamente y se va rellenando. Van acumulándose en esa zona grasa y toxinas dando lugar a un exceso de volumen que aparece no sólo en personas con unos kilos de más, sino en aquellas más delgadas.

Ese abultamiento de tejido subcutáneo que cuelga bajo la barbilla, o sea, la papada o ‘doble mentón’, se complica con el aumento de la flacidez o, en muchas ocasiones, por un corto desarrollo de la mandíbula.

No todas las papadas tienen el mismo origen ni se tratan por igual. El Dr Moisés Amselem ha desarrollado un protocolo de tratamiento, con un año de duración, consistente en la combinación de dos procedimientos: Reducción de grasa mediante mesoterapia y la sujeción con hilos espiculados.

Dr-Moisés-Amselem
Dr Moisés Amselem

En la mesoterapia se inyectan sustancias activas que reducen la grasa y reafirman. Requiere unos pocos minutos, es indolora y se realizan entre seis y doce sesiones. Pueden aparecer algunos hematomas, por lo que hay que evitar el sol para que no quede la zona pigmentada.

Por otra parte, la implantación de hilos espiculados en 360 grados, entre dos y tres por cada flanco, resolverá la flacidez creada tras la pérdida de grasa. Con anestesia local, se insertan con cánula para evitar hematomas y resulta prácticamente indolora además de tremendamente eficaz.

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