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Aston Martin DB12, el superturismo

Aston Martin fuerza un poco más el concepto de cupé deportivo en su última entrega aportando lujo, confort y elegancia a una bestia V8 biturbo de 680 CV

El Aston Martin DB12 de 2023 sucede al DB11 y mejora hasta en un 34% su rendimiento dinámico. Sin enormes diferencias estéticas, sí se nota una mejoría y una renovación. Tanto es así que la firma de Gaydon asegura haber creado el segmento ‘Superturismo’, aludiendo a la mezcla de deportividad, elegancia y lujo que ofrece. Su precio en España: (desde) 260.000 euros.
El DB12 es grande para las prestaciones que ofrece: 4,7 m. de eslora por 1,98 m. de manga y 1,29 m. de alto. Nada común para un coche que supera los 300 Km/h. De hecho, son números de Porsches o Ferraris de alta gama. Todo, presentado en un refinado y elegante ‘estuche’.
Frontal estandarte de Aston Martin, con su gran parrilla y faros en forma de ‘C’, parabrisas con una inclinación considerable y zaga estilizada. Configuración interior de 2+2 plazas más un maletero de 262 litros que, junto al depósito de combustible de 78 litros, resultan apurados para viajes largos y para disfrutar de sus prestaciones, respectivamente.
Presenta un habitáculo renovado, más moderno y acorde al vehículo. Combina instrumentación y soluciones digitales y analógicas con un volante más fino y achatado por abajo. Tras él, el cuadro de instrumentos en una de las dos pantallas de 10,25” de este modelo, con sistema e interfaz propios, compatibles con Apple CarPlay y Android Auto de manera inalámbrica. La otra, situada en la consola central, concentra las funciones del infoentretenimiento. Ambas son eficaces, están integradas en el salpicadero y no sustituye a los mandos físicos. También están ahí el botón de arranque y el selector de marchas. Completa el conjunto un exclusivo equipo de sonido firmado por Bowers & Wilkins.
Bajo el capó, un V8 biturbo de 4.0 l. firmado por Mercedes-AMG, que desarrolla 680 CV a 6.000 rpm y 800 Nm entre las 2.750 y las 6.000 rpm. Viene asociado a una transmisión automática secuencial de ocho marchas, con la que acelera de 0 a 100 km/h en 3,6 segundos y alcanza los 325 km/h de velocidad máxima.
Para controlar semejante disparate, monta frenos con discos de fundición de 400 mm de diámetro delante y de 360 mm detrás (opcionalmente cerámicos reforzados con fibra de carbono), así como una suspensión que mejora un 500 % el ancho de banda de la distribución de las fuerzas.

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