La arquitectura y la moda van de la mano en la creación de este recurso innovador para crear espacios sensoriales y sensaciones visuales. El Think Tank AMO, laboratorio de ideas del estudio de arquitectura holandés OMA (Office for Metropolitan Architecture), diseñó un espacio revestido de aluminio con paredes líquidas (limo cayendo del techo) para la escenografía del desfile de Prada: moda masculina Primavera Verano 2024.
AMO intervino en las paredes, el piso y el techo suspendido del espacio Depósito, en el Centro de Arte Fondazione Prada en Milán (Rem Koolhaas), para crear un contexto futurista para la pasarela. Los modelos caminaban entre paredes líquidas formadas por 3.000 kilos de fluido (con densidad babosa) que caían del techo formando planos bidimensionales semitransparentes y formaban charcos verdes en el suelo.
El objetivo de estas ‘paredes’ de limo en constante cambio, era alterar la percepción del espacio industrial, agregando un aspecto orgánico que afectase en la percepción de la audiencia respecto al desfile. Un guiño también de AMO a la propia colección de Miuccia Prada y Raf Simons, bautizada como Fluid Form, “un examen de la arquitectura fluida, alrededor del cuerpo humano”.
La arquitectura y la moda comparten principios de diseño como la forma, la proporción, la escala humana y la materialidad. Estas colaboraciones arquitectos-firmas de moda difuminan aún más los límites entre las dos disciplinas.