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Legado de César Manrique, miles de personas visitan cada año los Centros de Arte Cultura y Turismo de Lanzarote. Por algo será… Además, han mejorado

Desde el punto de vista institucional, los Centros de Arte Cultura y Turismo (CACTs) son la joya de la corona de la promoción turística de Lanzarote. Por su belleza, por la aportación artística de César Manrique, por su oferta complementaria de ocio y restauración y porque, en muchos casos, se trata de lugares únicos en el mundo.

Mención aparte la espectacularidad de los más visitados, Montañas del Fuego (Timanfaya) y Jameos del Agua, todos tienen un algo especial. La Cueva de los Verdes, un espectacular tubo volcánico que cuenta con un pequeño auditorio (carece de hostelería). Sí la tiene el Mirador del Río. Un balcón espectacular al Atlántico a 400 metros de altura.

Y luego están, en Arrecife, el Museo Internacional de Arte Contemporáneo (MIAC) Castillo de San José, con un precioso restaurante y una carta selecta; en San Bartolomé, la Casa Museo del Campesino, de gastronomía tradicional, con su espectacular salón sin columnas, la mayor carta de vinos de Lanzarote y sus muestras de artesanía insular en vivo. Y en Guatiza, el Jardín de Cactus. Tiene restaurante que ofrece ‘brunch’ diario, platos vegetarianos y veganos y también elaborados con la tunera.

Los lanzaroteños sólo pagan un precio simbólico. Y ahora, con la venta online de las entradas (cactlanzarote.com/es/venta-online-de-entradas), ni siquiera tienen que hacer cola. Los CACTs renuevan con frecuencia su oferta gastronómica y de ocio. Lo último son las Experiencias Insólitas. Se trata de un producto ‘premium’ sólo disponible en Timanfaya, Jameos y Jardín de Cactus.

Está enfocado a grupos reducidos a los que se da un plus en la visita, la atención de un guía (español e inglés) y se termina con una experiencia gastronómica exclusiva con productos locales y vinos de Lanzarote.

En Timanfaya los usuarios de Experiencias Insólitas visitan Montaña Rajada, uno de los lugares más espectaculares del parque, y el Refugio de Tinecheide. En Jameos del Agua, el Jameo Chico, desde el que se puede ver el Túnel de la Atlántida, y el Jameo de La Cazuela. Un espacio hasta ahora restringido al otro lado del Auditorio. Y el Jardín de Cactus se muestra con los ojos del artista. Un conjunto que resume la rica mezcla de lenguajes y técnicas artísticas que Manrique denominó ‘arte total’: intervención espacial, arte público, jardinería, diseño, pintura, escultura.

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