Maldivas es de las pocas maravillas que quedan casi vírgenes en el planeta; playas de fina arena blanca, aguas turquesas cristalinas y espectaculares resorts con lujosas suites sobre el mar
Cierra los ojos. Piensa en un deseo… ¡Maldivas lo supera! Un paraíso de arrecifes coralinos con 26 atolones y 1.190 islas. Playas de arena blanca, aguas cristalinas en las que podrás nadar entre peces papagayo, tortugas, rayas águila, mantas diablo o pacíficos tiburones ballena. También relajarte en impresionantes resorts todo incluido con playa privada y contemplar bellas puestas de sol desde tu hamaca en una de sus lujosas suites sobre el agua. En Maldivas están algunos de los más paradisiacos, deslumbrantes y espectaculares ‘Overwater resorts’ del mundo.
Maldivas está en el océano Índico, a 400 kilómetros al suroeste de India. Es una república independiente y, a su vez, un estado confesional musulmán sunita. Hay algunas islas más grandes, como Malé, donde se encuentran la capital del mismo nombre y el aeropuerto internacional; Seenu, Addu y Maafushi.
Submarinismo o ‘snorkel’, en Maldivas no hace falta sumergirse a grandes profundidades para poder maravillarse con su extenso mundo marino. Aguas quietas en el interior de los arrecifes, cristalinas y tremendamente ricas en colorido y biodiversidad. Llévate tus gafas, tubo y aletas, va a ser tu equipaje más utilizado. Y, si te gusta la fotografía, también una cámara submarina o una GoPro con filtros y cúpula. Te alegrarás toda tu vida. Fuera del agua puedes practicar kayak, paddle surf, windsurf o, más tranquilo, yoga en la playa. Muchas de estas actividades las ofrecen los resorts en sus playas privadas.
Maldivas es un auténtico paraíso para los amantes del surf. Los fondos de arrecife de coral ofrecen algunas de las mejores olas del mundo. Por temperatura del agua y accesibilidad, puedes surfear todo el día y, además, hacerlo rodeado de delfines saltando y tortugas. La mejor época para surfear en Maldivas es de mayo a octubre y las mejores rompientes están en los atolones norte, con olas sultans, cokes, chickens y jailbreaks.
Para casi todo el mundo, Malé es primer contacto con Maldivas. La capital no es muy grande, pero vale la pena ver lugares como la mezquita Hukuru Miskiy, la lonja de pescado, sus calles llenas de vida entre edificios de colores, sus tiendas de especias, sus restaurantes y manifestaciones culturales como la danza ancestral Boduberu.
La gastronomía local es otro atractivo, con el atún como ingrediente estrella y protagonista de muchos platos. Prueba también la sopa de gambas, sus dulces típicos y su exótica y colorida fruta tropical. Por su cercanía geográfica con India, comparten muchas costumbres y una es ponerle condimento picante a toda la comida.
En Maldivas, también en Tailandia, se puede disfrutar de un espectáculo nocturno natural llamado bioluminiscencia. Mediante un proceso químico, el fitoplacton genera luz y su alta concentración hace que en las playas paradisiacas por la noche el mar brille con luces de color azul eléctrico y se vista de firmamento. El mejor lugar es la playa desierta de Vaadhoo, en el atolón Raa Atoll.
El idioma oficial es el divehi, también llamado maldivo, aunque por la actividad turística se habla inglés. Su moneda es la Rufiya, pero en los resorts aceptan dólares, euros y tarjetas de crédito. Fuera de estos ‘oasis de occidentalidad’, no se habla tanto inglés, conviene llevar dinero local en efectivo y, sobre todo, respetar. Fuera de las ‘bikini beach’ hay que llevar camiseta y pantalón corto; también evitar demostraciones de afecto en público, así como exhibir imágenes, (ropa, tatuajes, accesorios), de símbolos o imágenes religiosas.
Hay más cosas importantes que debes saber antes de ir a Maldivas. Puedes consultar en el apartado de servicios al ciudadano de la web del Ministerio español de Asuntos Exteriores: www.exteriores.gob.es
