Calidad, tradición, carácter artesanal, muchos premios internacionales y también innovación y creatividad. El queso en Canarias es Arte
El queso es una de las joyas de la gastronomía canaria. Aquí lo sabemos y por eso apenas queda producción para exportar. De hecho, es la comunidad de España donde más queso se consume por habitante y uno de los lugares de Europa con más queserías artesanas por metro cuadrado.
Esta devoción por el queso es una tradición fuertemente ligada y asentada en la cultura canaria y en los últimos años se ha reforzado su potencial. No sólo por el aumento de queserías artesanales en las islas, también por su calidad, su reconocimiento y su carácter innovador.
Canarias cuenta con tres denominaciones de origen protegidas: DOP Queso Palmero, DOP Queso Majorero y DOP Queso de Flor de Guía, que integran los municipios grancanarios de Santa María de Guía, Gáldar y Moya. De todas formas, en todas las Islas pueden encontrarse quesos extraordinarios, algunos con premios internacionales.
En los últimos años se está observando una interesante tendencia creativa e innovadora en muchas queserías, que no sólo experimentan y elaboran quesos con sabores nuevos, también se han diversificado hacia las cremas de queso especiadas, mantequillas y otros productos típicamente canarios como el almogrote.
Una de las creaciones más llamativas es el queso cremoso macerado en higo tuno indio, con cubierta de color fucsia. Sólo con leche de cabra o mezclado con vaca, según la quesería, combina una agradable textura cremosa pero firme y un sabor característico fruto de la unión entre el queso de cabra y el agridulce regusto del tuno indio, que se mete en el interior al cortarlo.
Otra elaboración peculiar es el semicurado macerado en vino tinto. Combina una textura buena y firme, el sabor intenso y agradable de la leche de cabra y una acidez equilibrada, un toque cremoso y un regusto largo con una marcada presencia del sabor del vino, delatado por el rojo purpúreo de la corteza.
Y le siguen quesos especiados al romero, orégano, canela, tomillo, albahaca… Y también con frutos rojos, fresas, arándanos, moras y frambuesas trituradas; o con nueces de macadamia.
