Las piscinas prefabricadas, de poliéster, fibra de vidrio, acero inoxidable u hormigón, son más económicas que las de obra y una solución rápida
En distintos materiales y medidas, la opción prefabricada ha supuesto en gran medida la democratización de la piscina privada. Con menor coste que una de obra, también en mantenimiento, y la posibilidad de disfrutarla en mucho menos tiempo la convierten en una solución ideal para chalets y bungalós, destinada a un uso familiar.
El coste total de una piscina prefabricada dependerá del tamaño, el modelo, los accesorios y del material que sea. Cruzando todos estos factores, los precios pueden oscilar entre los 500 y los 5.000 euros, un 10 a un 20 % más baratas. El mercado ofrece una gran variedad de opciones para estudiar y elegir. Por otra parte, el tiempo de la instalación de la piscina prefabricada es mucho menor que el de una piscina, por ejemplo, de hormigón. Ésta requiere una costosa obra que suele durar algo más de diez días, frente a los cinco o seis que precisa una piscina prefabricada de poliéster.
El poliéster es una resina plástica, muy resistente a la humedad y a los productos químicos. Se viene utilizando en el mundo textil, para la fabricación de botellas o tuberías. Las piscinas prefabricadas de poliéster son consideradas como una de las alternativas más fiables por su elevada calidad, menor coste de fabricación, rapidez y limpieza en su instalación, y resistencia que se mejora con una capa de gelcoat (pintura que funciona como esmalte y da color al poliéster) y que se refuerza con fibra de vidrio.
Más ventajas: su superficie lisa evita las incrustaciones y acumulaciones de algas; pueden estar vacías largas temporadas puesto que soportan grandes presiones sin riesgo de fisura; se puede reparar fácilmente el vaso con el mismo material y se puede cambiar su ubicación.
De partida, al optar por una piscina prefabricada de poliéster (como de materiales similares, PVC, fibra de vidrio, resina, etcétera) hay que adaptarse a los diseños disponibles. Pero son tantos en tipos, formas, colores…
Otra limitación es el tamaño, dada la necesidad de transportarla. En la actualidad, no se fabrican piscinas prefabricadas de más de 10,75 metros de longitud, 4,15 metros de ancho y 2,10 metros de profundidad. Son, en cualquier caso, medidas más que suficientes para una vivienda familiar de tamaño medio.
