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Cambio de uso: de local a vivienda

¿Puedes convertir tu oficina en tu casa? Sí. ¿Es fácil? Es muy entretenido porque tienes que considerar muchos aspectos, pero también es una tendencia al alza

Un local comercial que ha servido, por ejemplo de oficina, puede ser transformado en casa. Efectivamente. Pero hay costes y muchos aspectos a considerar y mejor que los contemples antes. Por ejemplo, de ámbito legal. Desde 2006, las viviendas están reguladas por el Código Técnico de Edificación (CTE), aparte de las correspondientes de habitabilidad de ámbito autonómico y municipal. Así, esta transformación requerirá un cambio de uso en las escrituras del inmueble.
Conseguido, ahora deberás presentar un proyecto de cambio de uso redactado por un arquitecto. Ojo, en este punto los atajos suelen salir muy caros. Y, como en la construcción de una vivienda, el precio depende de numerosos factores, como la superficie, la complejidad de la obra, etcétera.
El portal elidealista.com junto con Klick Arquitectos calcula en unos 50.000 euros la conversión de un local de 80 m2 a una vivienda de dos dormitorios. Contempla numerosos trámites, actuaciones, incorporaciones como el estudio de viabilidad, del proyecto técnico, la dirección de obra, licencias, materiales, aislamiento, revestimientos, impuestos y la propia construcción.
A pesar de la aparente complejidad, se trata de una tendencia creciente en España, a tenor del precio de la vivienda. Además de los citados, antes de acometer una transformación, asegúrate de que es transformable en lo que tú quieres.
La longitud mínima de la fachada (del local) deberá tener tres metros. La altura libre mínima, debe ser de 2,50 metros en al menos el 75 % de su superficie. Para el resto valdrían 2,20 metros. Lo aconsejable es ubicar allí espacios de servicio como la cocina, baños, despensas o trasteros. La superficie útil mínima debe ser de 38 m2, en los que deben caber un salón-comedor, cocina, dormitorio y aseo. Si es menor, opta por convertirlo en un estudio, para el que bastaría con 25 m2, y un enfoque espacial muy diáfano, tipo loft.
Un local exige huecos mínimos para iluminación y ventilación natural. Un hogar también los necesita. Por ejemplo, salida a un patio o una trasera a la que puedes abrir luces para tener ventilación cruzada. Asimismo, la cocina precisará una salida de humos. Afortunadamente, hoy existen alternativas como las campanas extractoras con filtros de carbón activo, que purifican el aire mediante filtros y lo recirculan al
ambiente interior.

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