Toma de la naturaleza patrones de forma, estructura y estética, pero la idea va más allá y trabaja el concepto de la sostenibilidad total en edificios y materiales
La naturaleza, en su infinita complejidad, lleva más de una década siendo influencia estética de muchos edificios. Ejemplos como el Parasol Metropol de Sevilla, conocido como ‘las setas’ (2011), o la torre Gherkin de Londres (2012), inspirado en esponjas marinas, ilustran esta tendencia. Muchos más arquitectos han apostado por el zoomorfismo: Santiago Calatrava, Michael Sorkin, Frank Gehry, Pier Luigi Nervi, Renzo Piano o Nicholas Grimshaw, por ejemplo. Pero el paso adelante para ser realmente sostenible es imitar a la naturaleza también en sus procesos de regeneración.
El gran ideólogo del Biomimetismo es el arquitecto británico Michael Pawlyn. Entre sus trabajos se encuentran Eden Project, en Cornwall (R.U.), con Grimshaw; y el Sahara Forest Project, en Qatar. Asimismo, es el impulsor del movimiento ‘Architects Declare’ en el Reino Unido (2019). Se trata de una declaración de principios en el desarrollo de la arquitectura focalizada en abordar y combatir el cambio climático y proteger la biodiversidad.
Los tres mecanismos naturales que, para Pawlyn, podrían transformar la arquitectura y la sociedad son la eficiencia radical en el uso de recursos, los circuitos cerrados y la energía solar. Sostiene que la clave para una arquitectura verdaderamente sostenible pasa por la creación de puentes que unan la tecnología de la conservación con una filosofía centrada en la tierra y la capacidad de los diseñadores para transformar estas fuerzas integradas en un nuevo lenguaje visual.
Diseñando Proyecto Edén, en las muestras interiores para la selva tropical y el bioma mediterráneo, Pawlyn aprendió mucho sobre cómo el agua y la energía circulan a través de los ecosistemas naturales y cómo los procesos y las funciones en los ecosistemas se integran y entrelazan para crear sinergias. Conocimientos que aplica en su diseño para el ‘Proyecto del Bosque del Sahara’, destinado a reinvertir la desertización, para lo que se ha construido un centro de prueba piloto en Qatar.
Pawlyn va más allá y mira a la naturaleza para encontrar ideas de diseño sostenibles para los edificios. Por ejemplo, en las fosas nasales de los camellos, que considera un milagro del intercambio de calor y la ingeniería de recuperación de agua. Asimismo, busca en los cráneos de aves soluciones para estructuras de cemento más eficientes para edificios de oficinas.