En los vinos como en la moda, también hay tendencias y ahora se llevan los vinos con menor graduación y más fáciles de beber
En general se caracterizan por ser vinos vibrantes y frescos con buena carga de aromas y sabores primarios como frutales o florales, entre otros, que han sido normalmente fermentados en depósitos inertes tipo acero inoxidable y embotellados para su consumo inmediato. Suelen ser de cuerpo ligero con una buena y refrescante acidez que los hace ideales para los días de más calor.Al igual que en la época estival nos apetecen alimentos más ligeros, menos grasos y contundentes, con los vinos ocurre exactamente lo mismo y las ventas de vinos blancos, rosados y tintos sin paso por madera y sin ningún tipo de crianza se disparan.
Los vinos blancos pueden presentar principalmente aromas a fruta cítrica, blanca, de hueso y florales del tipo azahar o jazmín, entre otros. Los rosados, más pálidos y con notas de frutos rojos y regaliz. Los tintos, por su parte, exhiben tanto en nariz como en boca frutas rojas o negras y aromas florales como violeta.
Son muy versátiles a la hora de comer ya que al no tener mucha carga tánica ni aromas secundarios o terciarios, tienen un buen maridaje con la mayoría de platos y comidas más frescas y ligeras que tomamos en los meses más calurosos del año.
En Lanzarote contamos con variedades de uvas prefilóxericas y únicas en el mundo con las que se elaboran, entre otros, excelentes vinos jóvenes ya sean blancos, rosados o tintos y algunos con algo de carbónico natural, convirtiéndose en la mejor compañía para los días de verano.
Por supuesto, que estos vinos sean jóvenes y fáciles de beber no significa que no gocen de buena o excelente calidad.
Pedro J. Benasco Curbelo
Comité de cata D.O. Vinos de Lanzarote