¡El tamaño no importa! Conoce las tendencias estéticas del próximo año y genera belleza, equilibrio y armonía en un patio o en 2.000 m2 de parcela
La sostenibilidad tiene un peso importante tanto en jardines de cualquier tamaño como en huertos. Crea un ecosistema de vida silvestre con plantas autóctonas y armonía estética. Otra tendencia de este próximo año es ‘vida lenta’, con protagonismo para las plantas herbáceas y gramíneas, está muy vinculada con lo ecológico y con los jardines naturalizados.
Para entornos urbanos como patios o terrazas, se mantiene con fuerza la estética del jardín vertical. Paredes verdes y vivas, en estructuras específicas o con enredaderas sobre muro.
Gana fuerza la tendencia de los jardines blancos. En ellos, el blanco es la tonalidad reinante tanto en las flores como en los elementos decorativos. Se trata de jugar con las distintas tonalidades y los contrastes. Las flores blancas rara vez son de un tono blanco puro. Suelen ser ligeramente rosadas, azules, amarillas, moradas, etcétera. Si bien estos tonos pueden funcionar bien juntos.
Incluye follaje que dé reflejos plateados, que logrará el mismo efecto, y empareja las plantas con pétalos ondulados y de aspecto suave con flores grandes. Añade contraste incorporando plantas de follaje verde intenso, verde oscuro, e incluso negro. Son todos tonos neutros y combinarán muy bien.
Un concepto fundamental asociado a los jardines es el paisajismo y una de las tendencias al alza, el naturalismo, también tiene que ver con la distribución de volúmenes y la armonía general. Se trata de reproducir un ecosistema natural y que así lo parezca.
Introduce alguna planta ‘de tipo arquitectónico’. Actúan como un acento brillante en el contexto de todo el paisaje. Son inmediatamente visibles y reconocibles debido al follaje no estándar y por sus flores exóticas o estampadas. Han de ser algo muy puntual para no perturbar la armonía del conjunto y combinan muy bien con una floración brillante en rosa, morado, azul, rojo, o amarillo.
El paisajismo también incluye elementos inertes como senderos, parterres, mobiliario de jardín y objetos decorativos. Las pérgolas, utilizadas especialmente como soporte para el crecimiento de enredaderas y preferentemente con flores, cobran especial relevancia.
También vuelven a estar de moda las pasarelas de piedra rota, hechas con cantos (planos) irregulares o losas asimétricas, decoradas en el estilo más natural y extensibles al entorno de la piscina. Por último, y enfocado más a patios y terrazas pero no exclusivamente, introduce estructuras suspendidas. Macetas colgantes no tradicionales, baldes, jardineras, cajas de madera, cestas…