El secreto de las coreanas para tener una piel radiante está en su disciplina y en sus productos hechos con ingredientes naturales, libres de conservantes, que también puedes preparar tú
La piel de las coreanas se ha convertido en los últimos años en un estándar referente de belleza, el denominado K-beauty (Korean beauty: belleza coreana). Consiste en una piel radiante, hidratada, saludable y con un brillo especial que recuerda la textura finísima de la porcelana.
El secreto está en sus cremas y sérums, principios activos y fórmulas libres de conservantes. También en su disciplinada rutina diaria de cuidados, por la mañana y por la noche: doble limpieza, sérum hidratante, contorno de ojos y crema para sellar. Además, nunca te vayas a dormir con maquillaje, exfolia el rostro cada siete o diez días, utiliza mascarilla facial dos o tres veces por semana y nunca jamás salgas de casa sin protección solar.
Teniendo en cuenta que las coreanas priorizan la calidad y que sus cosméticos están basados en ingredientes naturales, tú misma puedes preparar en casa un sérum para lograr el espectacular efecto de piel de porcelana. Vas a necesitar cincuenta gramos de semillas de sésamo o ajonjolí, agua de rosas, una cucharada de aceite de oliva y otra de gel de aloe vera.
Inicia la preparación del sérum tostando las semillas de sésamo en una sartén a fuego lento (tostado ligero). Así liberas sus nutrientes y obtienes sus aceites esenciales, que disminuyen el envejecimiento celular. Una vez dorado el ajonjolí, muele hasta obtener un polvo fino, que será la base del sérum casero coreano. Aportará a tu piel propiedades antioxidantes y regenerativas. Vierte este polvo en un recipiente limpio y agrega agua de rosas hasta formar una pasta suave, que devolverá suavidad al cutis.
Añade a esta mezcla la cucharada de aceite de oliva y la del gel de aloe vera. Su combinación será un potente aporte de hidratación para un aspecto luminoso. Mezcla todos los ingredientes hasta obtener una textura uniforme y suave.
Aplica una pequeña cantidad sobre la piel limpia y seca. Mejor con las manos (pulcramente limpias), haz movimientos suaves en zonas clave del rostro donde busques disminuir los signos de la edad como la frente, la barbilla, el contorno de la boca y en la parte baja de los ojos. Deja actuar durante diez minutos y enjuaga con agua tibia. Seca con una toalla, a toquecitos, y aplica crema hidratante.