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Profiteroles, dulces o salados

Los profiteroles, una gran aportación francesa a la cocina mundial, invitan a que despliegues toda tu creatividad, tanto en dulce como en salado

Pequeñitos y muy versátiles, los profiteroles son unas pequeñas bolitas de pasta choux, muy ligeras y aéreas. Asimismo, tienen la ventaja de ser bastante neutros de sabor, permitiendo que destaque cualquier producto que emplees para rellenarlo, para cubrirlo o para acompañarlo. En este juego creativo de combinaciones y para lograr una mayor sorpresa, juega también con las texturas, las sensaciones y el colorido.
Esta pasta o masa choux, la misma con la que se hacen los petisús (de forma alargada), se elabora con harina de trigo. Pero para que puedan disfrutarlos también los celíacos, se puede reemplazar el trigo por algún otro ingrediente que le dé la misma consistencia a la masa.
Los profiteroles admiten casi cualquier crema o alimento dulce. El más común es el chocolate en cualquiera de sus presentaciones y combinaciones pero, por darte algunas sugerencias, admiten muy bien el helado, yogurt, caramelo, dulce de leche, crema pastelera, frutas, mermeladas, miel o siropes.
En salado, el campo es tan amplio como tu imaginación y no descartes combinaciones de sabor, por muy extravagantes que parezcan. Podrían funcionar bien. Experimenta mucho.
El producto estrella es el queso, en todas sus variedades y posibles maridajes. Admiten igualmente patés, mermeladas dulces o saladas, mahonesa y otras salsas, guacamole, hummus, etcétera. Y de alimentos, y aquí el listado de posibilidades es casi infinito. Jamón, caviar, salmón y otros ahumados, pasas, gambas, cangrejo (o surimi), frutos secos, fruta, vegetales, setas, hojas verdes aromáticas como la albahaca o la rúcula, y, por supuesto, especias. Para rellenarlos utiliza preferentemente una manga pastelera.
Si además quieres que sean ‘de tendencia’, una de las corrientes de este año es la conocida como ‘Newstalgia’. Combina las ideas del recuerdo sentimental por los sabores de antaño con la posibilidad de darles un giro vanguardista. Se buscan sensaciones chocantes como caramelo salado o ‘salted caramel’; o el dulce y picante del chocolate y el chili; y puedes añadirle textura cremosa y crujiente.
Otra tendencia es la ‘healthy’ o ‘functional properties’; que prioriza la nutrición al sabor. Deben ser sanos, con poca grasa y menos azúcar. Si además apuestas por alimentos sostenibles y ecológicos, ya cumples con la tendencia ‘Good for me, good for the planet’ (bueno para mí, bueno para el planeta).

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