Manfred Ruhmer, ingeniero y campeón del mundo de ala delta, probó en Lanzarote su prototipo de ultraligero eléctrico, Swift Light E
El ingeniero aeronáutico austriaco Manfred Ruhmer, doce veces campeón del mundo por la FAI (ala delta y ultraligeros en distintas disciplinas), eligió Lanzarote para probar su prototipo de ultraligero de propulsión eléctrica, Swift Light E.
Tomando como base la pista del Club de Aeromodelismo Diablillos del Aire, anexa a las instalaciones del Complejo Agroindustrial de Teguise, pudo volar cuatro horas y media ininterrumpidas en esta primera toma de contacto.
¿Su prototipo es una base factible para construir aviones más grandes?
Claro. Creo que es posible ampliarlo, aunque resultaría muy caro. Cuestión de eficiencia. Un avión con un buen diseño podría ser eficiente y el vuelo eléctrico, con aviones pequeños, también podría serlo incluso comercialmente. El problema radica en que aunque la eficiencia de un motor eléctrico es muy alta, la capacidad de almacenamiento de energía sigue siendo baja. Es decir, que si un litro de queroseno genera 10 Kw de potencia, una batería de 10 Kw sigue siendo un paquete muy voluminoso y bastante pesado.
¿Es factible pensar en vuelos interinsulares eléctricos a corto o medio plazo?
Sí. Y ya hay empresas trabajando en pequeños aviones comerciales de diez a veinte plazas de propulsión eléctrica para cubrir distancias cortas, de hasta 500 Km. En Canarias podría haber vuelos interinsulares eléctricos. En diez años, quizás.
¿Por qué eligió Lanzarote para el primer vuelo de prueba de su ultraligero eléctrico?
Conozco la isla bastante bien. He volado aquí muchas veces con el ala delta y el Swift es como un súper ala delta con un motor eléctrico. Es perfecto. Incluso en condiciones malas de viento y visibilidad, con un motor eléctrico todavía podía volar y fue un buen vuelo. Lo disfruté.
¿Qué distancia cree que podría llegar a cubrir en un vuelo con este aparato o en un aparato mayor con esta tecnología?
Puede que para una aerolínea comercial sea posible cubrir quinientos kilómetros pero resulta muy difícil porque, además del diseño y la eficiencia, el peso es un factor determinante. Y la batería, almacenamiento principal para la electricidad, es muy pesada.
Hay otras posibilidades como las pilas de combustible con hidrógeno, pero para producir hidrógeno se necesita mucha energía. Con aviones alimentados por baterías se puede volar poniendo la energía directamente en el avión en lugar de usarla para producir hidrógeno. Resultaría menos eficiente, aunque con hidrógeno se pueden cubrir distancias mayores.
Fotos: Cedidas por AlaDeltaLanzarote.com
