Guirnaldas, cortinas y figuras luminosas, para el árbol, para la casa y el jardín… Elegir la iluminación navideña para tu casa no es sólo una cuestión de estética
Son muchas las opciones y también las referencias visuales por el cine y la televisión, pero hay criterios importantes que debes conocer antes de elegir la decoración navideña luminosa de exterior para tu casa. La iluminación LED te da larga duración, bajísimo consumo y muchísimas opciones de color y presentación. Y como estas luces van a estar en exterior en una época en la que suele llover, es importante su nivel de protección IP. Evita tener que lamentar averías o un cortocircuito.
El formato más habitual para iluminación decorativa (navideña y para celebraciones) es la cortina de luces o guirnalda LED. Permiten cubrir una gran superficie de espacio vertical, creando una atmósfera mágica para cualquier pared, ventana, repisa o balcón. Y puedes controlarla a través de una aplicación creando patrones dinámicos de encendido y apagado de luces.
Las hay también con bombillas flash, que parpadean continuamente; y de goteo o efecto lluvia, que se van iluminando de arriba hacia abajo, generando ese efecto. Todas ellas las podrás encontrar en luz cálida, luz fría o luz multicolor, de colores.
Y puedes complementar la decoración exterior con figuras luminosas de los personajes navideños por excelencia. Muñecos de nieve, renos, osos, papás Noel y elfos. Mejor con luz fija, no parpadeante, para no saturar.
Las bombillas LED tienen un bajísimo consumo, pero el exceso mata la elegancia y también el buen gusto. Moderación… Evita combinar luces con tonos metálicos. Suele sobrecargar. Además, más luces y más colores no representan necesariamente mejor la Navidad. Selecciona dos tonos distintos, tres a lo máximo, y combínalos. Rojo y verde es una apuesta segura. El blanco y el gris, una opción muy elegante. Lo suyo es ser fiel a un estilo e iluminar con mesura y proporción.
Y tras la estética, la seguridad. La protección IP es un estándar desarrollado para clasificar el nivel de protección de un dispositivo. Tiene dos dígitos. El de las decenas cuantifica la protección contra la entrada de polvo. El de las unidades, su hermetismo ante la humedad y el agua (lluvia). Así, bastará con un IP23 a IP44 para terrazas, patios y fachadas; de IP64 a IP66 para fachadas muy expuestas a lluvias fuertes o torrenciales; IP67, para focos a ras de suelo en patios y jardines (charcos). O IP68, si quieres iluminación navideña subacuática para tu piscina.
