Debido a su insularidad y aislamiento, en Canarias se han mantenido a salvo varietales de uva ahora extintas en todo el mundo
La filoxera es una enfermedad de origen americano que alcanzó Europa hacia 1863 y que llegó en viñas importadas de Estados Unidos. Se trata de un minúsculo insecto que se alimenta tanto de las raíces como de las hojas de la vid. Mientras que la vitis americana es resistente a ésta, no ocurre lo mismo con nuestra vitis vinífera europea. Lo que se tradujo en la muerte de los viñedos de prácticamente toda Europa. Un auténtico desastre agrícola y para la industria del vino. Fueron muy pocas las regiones que se salvaron de la filoxera. Una de ellas fue Canarias. La otra, Chile.
A partir de esa época, la solución en todo el mundo fue injertar la parte aérea de la vitis europea a la parte subterránea de la americana. En nuestro archipiélago las viñas no están injertadas en un pie americano sino que tenemos plantas completas o a pie franco, como comúnmente se denomina. Y es por esto que tenemos los viñedos más antiguos de Europa, además de gozar de una gran diversidad y un patrimonio de variedades pre filoxéricas únicas en el mundo. Entre ellas están la Malvasía volcánica, exclusiva de Lanzarote; y otras, como la Listan negro, que se da en toda Canarias. Aparte, está pendiente de publicación un estudio con más varietales.
En palabras de Francesca Fort, investigadora del Departamento de Bioquímica i Biotecnologia de la Universitat Rovira i Virgili, (URV) de Tarragona, “Canarias tiene la respuesta a dos problemas sin resolver en el mundo, la homogenización de los vinos y el cambio climático. Además, la homogenización de los vinos ha afectado a la biodiversidad y Canarias puede dar respuesta a eso”.
“La vitis vinífera, -prosigue Fort- ha evolucionado durante más de quinientos años en las Islas Canarias, generando especímenes únicos en el mundo que permiten calificar al archipiélago como uno de los principales centros mundiales de biodiversidad de la vid. Cuando hablamos de uvas de Canarias, muchas de ellas son variedades únicas en el mundo, ya sea porque se extinguieron en otros lugares por culpa de la filoxera o porque son mutaciones que se han producido aquí. Esta singularidad sirve, obviamente, para elaborar vinos singulares. Hay que trasladar esta singularidad genética a una copa de vino. Hacer un vino espectacular con lo que ya genéticamente es espectacular”.
