Es tendencia en EE.UU. y R.U., Brasil y Argentina, ha conquistado a las ‘celebrities’ y fusiona la técnica de la danza clásica con el fitness para lograr el cuerpo que quieres
En sesiones de 55 minutos se trabajan la fuerza, la coordinación, la tonificación, el equilibrio y la flexibilidad. Todo el cuerpo se implica en las distintas series de ejercicios cardiovasculares, al ritmo de música de piano al inicio y final de cada sesión y con éxitos musicales actuales en los bloques más intensos.
Así es el Ballet fit. Una combinación de danza, yoga y Pilates, impulsada en España por la bailarina canaria Gloria Morales (@atacadas) que ya ha conquistado a famosas como la supermodelo australiana Miranda Kerr o a estrellas del POP como Taylor Swift. Y puede ser la modalidad que tanto llevas esperando para lograr, disfrutando, el cuerpo que quieres.
Ballet Fit aúna lo mejor del Pilates: un cuerpo fuerte, elegante y armónico. Mejora la elasticidad y la flexibilidad y favorece el equilibrio. Tonifica al trabajar la musculatura y esculpe tu cuerpo en clave elegante y armónica, como el de los bailarines. Además, el insistente trabajo abdominal de Ballet Fit reajusta el eje de la columna para conseguir una correcta postura corporal. Logras un abdomen plano y ganas flexibilidad en general.
No necesitas tener el físico del Nacho Duato o el de Maya Plisétskaya y mucho menos, sus conocimientos de ballet clásico para iniciarte en el Ballet Fit. Es una disciplina apta para todas las edades, sexos y condición física. Con programas específicos, incluso para embarazadas.
A pesar del aparente contraste, el Ballet Fit es un tipo de entrenamiento muy adecuado para ‘crossfiteros’, triatletas y ‘runners’. Trabajan con él la flexibilidad y mejoran el rendimiento muscular. Previene además lesiones y es perfecto como trabajo de compensación, ya que ayuda a oxigenar la musculatura y a reducir las sobrecargas.
Y, por supuesto, no tendrás que llevar ‘tutú’. Para practicar Ballet Fit no se requiere de ninguna vestimenta técnica específica. Basta con que sea ropa cómoda ajustada al cuerpo. Tampoco necesitas un calzado especial. Puedes practicarlo descalza, con calcetines de algodón o con zapatillas de ballet de media punta (siempre que sean de tela).