Una veranda o una cortina de cristal te permitirán disfrutar de tu terraza, de su paz, de tus muebles, de contemplar tu jardín y de la luz natural… ¡Siempre!
Mucha gente es reticente al acristalamiento porque piensa que verá su jardín cuadriculado por la estructura de aluminio o que, una vez incorporada a la casa como una habitación más, adiós terraza. Para nada. Dada la creciente calidad de los cristales y el alto nivel de resistencia y seguridad alcanzado, los nuevos sistemas de cerramiento, permiten que la estructura portante, generalmente en aluminio, se reduzca al mínimo pasando totalmente desapercibida hasta cuando está cerrada.
Uno de estos sistemas de cerramiento invisible es la cortina de cristal. Consiste en un conjunto de paneles de cristal que se deslizan sobre unos rieles o perfiles horizontales cubriendo el espacio de tu terraza, da igual el tamaño, permitiéndote seguir disfrutando de las vistas sin ‘interrupciones’ y sin perder un ápice de la luminosidad del exterior. Tampoco rompe la estética de la fachada ni la armonía con el entorno.
Otras ventajas de las cortinas de cristal son su aislamiento térmico y acústico, la comodidad de apertura y cierre, fácil, ligera y sigilosa, así como el mínimo espacio que ocupan las lamas mientras están plegadas. Al permitir la inclusión de mecanismos de seguridad como cierre con llave, se pueden instalar en cualquier vivienda, negocio, invernadero o comunidad de propietarios.
Cabe apuntar, asimismo, que las cortinas de cristal pueden ser plegables, que se abren al 100% como las comentadas, o correderas, para cuando el espacio disponible sea limitado. En ningún caso tienen perfiles verticales, que entorpecen la visión, pero ambos sistemas aportan seguridad y estanqueidad sin fisuras para la lluvia y el viento.
Una opción, perfectamente compatible y hasta complementaria, es el techo de cristal. Puede ser retráctil, para una ‘terraza descapotable’, o fijo. En tal caso, permite apertura desde un 50% hasta un 80%, la instalación de automatismos, domotización, bien de vidrio auto oscurecible u opacable. O puedes ponerle un toldo interior.
Y una manera de optimizar tanto las cortinas como los techos de cristal son las láminas adhesivas de protección solar. Aplicables sin obras ni molestias sobre todo tipo de acristalamientos, reducen el calor interior hasta en un 90% ahorrando mucha energía y dinero en climatización a la vez que permiten una visión clara y sin distorsiones hacia el exterior.