Un interesante estudio de investigación ha identificado y clasificado, por islas, numerosas variedades de uvas prefiloxéricas, descubriendo muchas nuevas
Canarias fue, junto a Chipre y Creta, el único territorio no afectado por la gran epidemia de filoxera que en el siglo XIX devastó los viñedos de Europa. Por eso en Canarias tenemos viñas prefiloxéricas únicas en el mundo y plantadas sobre pie franco (planta entera sin ningún tipo de injertos), ya que en el resto del planeta suelen estar injertadas sobre un pie americano que es resistente a la filoxera. Gozamos, por tanto, de un excelente y exclusivo patrimonio vitícola.
Francesca Fort, investigadora del Departamento de Bioquímica i Biotecnologia de la Universitat Rovira i Virgili (URV) de Tarragona, ha estudiado estas varietales prefiloxéricas canarias.
La primera variedad canaria analizada fue la Malvasía de Lanzarote y se descubrió que era diferente a la del resto de las islas. A partir de ese momento empezó a denominarse Malvasía Volcánica (cruce entre Malvasía Aromática y Marmajuelo). Así mismo en Lanzarote se han encontrado otras variedades como la Breval Negro, Torrontés Volcánico y Uva de Año. Este estudio ha descubierto muchas variedades en el resto de islas.
En Fuerteventura, una isla sin casi producción vitivinícola, tenemos la Majorera. En Gran Canaria la Albillo de Monte Lentiscal. En las islas occidentales y, sobre todo en El Hierro, es donde más variedades se han hallado: Baboso Blanco, Burra Volcánica, Verijadiego Blanco, Verdello, Bermejuela Rosada, Huevo de Gallo, Mollar Cano Rosado, Baboso Negro, Verijadiego Negro. En La Gomera nos encontramos con la Forastera Blanca. La Palma cuenta con Albillo Criollo, Gual Mazo, Sabro y Bienmesabe Tinto. En Tenerife figuran Vallera, Vitoriera, Listán Rosa, Malvasía Púrpura y Mollar Cano Rosado (entre otras variedades).
Aparte de todo esto le sumamos otros varietales que están presentes prácticamente en todas las islas: Bermejuela, Listán Negro, Listán Rosado y Malvasía Rosada. Y se siguen agregando otras muchas variedades minoritarias que se han ido descubriendo en estudios posteriores.
En palabras de Francesca Fort: “Están ahora en disposición de dar respuesta a dos problemas que la comunidad mundial tiene. La filoxera fue la gran debacle del siglo XIX. En el siglo XX está la homogenización de los vinos. En los años 80 y 90 quien no vinificaba un Cabernet Sauvignon parecía que no tenía mercado. Hubo años en los que se producía con muchas uvas internacionales y eso ha afectado a la biodiversidad. En el siglo XXI continúa la homogenización, pero además tenemos el cambio climático”.
Pedro J. Benasco Curbelo.
C. Cata. DO Vinos de Lanzarote