En las piscinas naturalizadas el agua se mantiene limpia, cristalina y saludable únicamente por procesos naturales y suponen un gran aporte paisajístico
Una piscina naturalizada, también conocidas como ecológicas, naturales o biopiscinas, dispone de depuración biológica. El agua se depura por procesos naturales y se mantiene limpia, cristalina y saludable sin tratamientos químicos desinfectantes como el cloro, ni clarificadores como el floculante. Aunque son muchos los parámetros y variables, el precio final no varía en exceso respecto a las piscinas convencionales.
Reproducen la naturaleza a pequeña escala permitiendo un exitoso ejercicio de paisajismo: se diseña un entorno natural y se combina con la ingeniería de un sistema hídrico en el que el agua fluye creando pequeñas cascadas y discurre entre la vegetación personalmente escogida para llegar limpia a la zona de baño.
El beneficio más directo es poder disfrutar de agua saludable para bañarse, sin picores en la piel ni escozor en los ojos. Sin embargo, decídete por una piscina así sólo si valoras bañarte en agua natural, conoces cómo funciona el principio de regeneración del agua en la naturaleza, la calidad del agua viva y su tonalidad natural y te gusta estar rodeado de elementos y sensaciones naturales.
Las piscinas naturalizadas basan su funcionamiento en la activación del ciclo del nitrógeno. Se favorece la aparición de bacterias que, mediante un filtro biológico transforman el amoniaco en nitrato. Las plantas de la zona de regeneración lo absorben y aportan oxígeno. Se genera un equilibrio ecológico. La zona de depuración o biofiltro está compuesta por gravas de composición y granulometría determinada, por las que se discurre el agua, bombeada o por ascendencia natural.
Como en los lagos y ríos, las piedras, el fondo y lo que está en contacto con el agua tiene una fina capa de biofilm compuesta por organismos vivos. Este filtro biológico se alimenta con los nutrientes y el oxígeno. Con la recirculación del agua se retiran elementos orgánicos e inorgánicos en superficie y se conducen hacia la zona de filtrado (skimmer) evitando la aparición de mosquitos.
La lámina de agua se divide en dos partes; una para baño y nado, y otra para depuración y filtración, ocupada principalmente por sustratos seleccionados y por plantas acuáticas. La proporción de superficie de la zona dedicada a depuración, del 10% al 70%, va a depender de si quieres una experiencia tipo lago (mayor) o tipo río. Lo más usual es una proporción de 80% para baño y un 20% para depuración (filtro).
