Al cierre de esta edición y tras su quinta plaza en el Mundial iQ-Foil en Marina Rubicón, la andaluza Pilar Lamadrid apunta para ser olímpica en París 2024
La sevillana Pilar Lamadrid tiene todas las papeletas para competir en los Juegos Olímpicos París 2024. Quinta en el mundial en aguas lanzaroteñas y con la siguiente española decimonovena, la última prueba es el Trofeo Princesa Sofía (Palma de Mallorca) en abril, se antoja un puro trámite.
Miembro del Club Puerto Sherry, se refiere a Marina Rubicón como su “segunda casa, donde entreno varias veces al año y me encanta. Tiene un campo de regatas y unas condiciones de navegación espectaculares, muy estables en viento y un clima inigualable”.
“La competición de iQ-Foil será a finales de julio en Marsella. No tiene nada que ver con mis lugares habituales: la Bahía de Cádiz y el Sur de Lanzarote, océano frente a Mediterráneo, pero allí ya he entrenado y competido. Conozco el lugar y las condiciones y voy a por un podio. Ése es el objetivo. Lo veo factible”.
La clase iQ-Foil, se estrena como deporte olímpico en París y Lamadrid nos habla de ella: “Empecé hace apenas dos años y tuve que aprender directamente para competir a alto nivel. Al principio es difícil pero cuando aprendes la técnica de manejo, la navegación y la estrategia son prácticamente idénticas al windsurf. Es competición, adrenalina, cuchillo en los dientes y a por la entrada en boya”.
“En el iQ-Foil –prosigue- vas volando todo el rato. Desde siete nudos de viento, la tabla puede ir a veinte nudos (40 Km/h), que en el agua es mucha velocidad. Mi record es cincuenta y cinco nudos y los chicos llegan hasta sesenta. Esta diferencia viene por el peso, muy importante para su manejo, igual que la fuerza que puedes hacer con las piernas. Se trata de lograr efecto suelo y para ello se utiliza lastre extra, un poco más que el neopreno mojado. Aunque la reglamentación internacional ha impuesto un límite de nueve kilos”.
Lamadrid tiene patrocinadores: Puerto sherry y ‘Ellas son de aquí’ pero es sólo hasta hace dos años que competir “ha dejado de costarme dinero”. “La televisión –apunta- apenas da cobertura a estos deportes, pero ahora hay otros medios para retransmitir por ‘streaming’ como drones y cámaras a bordo, para ofrecer planos más espectaculares. Y también para seguir las pruebas, como el mismo Youtube, muy accesible. Sólo con los aficionados de la vela ya tendrían seguimiento y seguro que se engancharía mucha más gente”.
