Los imprescindibles de esta temporada son el blazer o americana de corte clásico, con diferentes posibilidades, lisas o estampadas, entalladas o XXL, incluso con cinturón; y la camisa blanca, de presencia obligada. Básica o con concesiones a la creatividad, las encontraras en su versión más clásica y también en nuevos patrones como textura, vestidos camiseros unisex, diseños con volúmenes…
Del Barbiecore al ‘kencore’. El ‘rosa muñeca’, incluso en ‘total look’, puede resultar demasiado intenso. Este invierno deja margen al azul kencore y llama a jugar con los accesorios y tonos neutros, más elegantes. La pieza ineludible: Un bolso mini o XS en rosa o azul, en su paleta más pastel o empolvada.
‘Trench 4 ever’, la gabardina es invencible. En su corte más clásico o reinventada en cada temporada, para este invierno impera el corte en cruzado, en camel o beige, y con cinturón.
‘Hoodie’, sigue en tendencia este 2024… Lo marcó la Semana de la Moda de Milán en su último Manual Athleisure: sudadera con leggings, deportivas y blazer o abrigo de lana. Comodidad versátil.
Un toque neón para iluminar los sobrios tonos invernales. Matices unisex que dan un toque de informalidad ‘urban’, o combinar prendas neón en rosa, verde o amarillo. Una falda midi con una sudadera gris, o camiseta y vaqueros. Eso sí, el color de la temporada es el verde flúor, que aporta frescura y revive la estética tecno.
La bota motera, emblema de la contracultura, vuelven al cajón de los imprescindibles, incluso para ir a la oficina. El diseño original de piel se reinventa. Nuevos efectos, materiales y acabados. Desde encajes y brocados hasta efectos metalizados e incluso iridiscentes, pero… Siempre con suela gruesa y dentada.
O… Artesanía urbana, con la estética ‘vintage’ de las zapatillas Golden Goose como lienzo (para customizarlas) o para combinarlas en su inmensa versatilidad. Puedes maridarlas con trajes sofisticados y estilismos ‘casual’ y ‘street style’.
Vuelven las perlas, aportando elegancia y un punto de sofisticación a prendas y complementos como mini bolsos de estética burguesa-caprichosa. Y, por supuesto, en pendientes ‘pearlcore’ con lágrimas de perlas irregulares y collares. Esta temporada, cortos, colocados con varias vueltas. Se llevan los diseños isabelinos.