Lionel Morales, deportista de elite lanzaroteño y paralímpico en Río 2016, prepara sus segundos Juegos que afronta con un gran palmarés y a los que llegará con 51 años
Es un luchador nato y antes de perder la pierna izquierda ya fue subcampeón de España de Boxeo, peso Ligero. Su gen ultra competitivo y su carácter abierto, positivo y sociable le impedían tirar la toalla. Así, Lionel Morales siguió entrenando, trabajando duro y se ha convertido en un deportista de elite que lleva la bandera de Lanzarote por todo el mundo.
Firmó el medio siglo el pasado febrero y también un palmarés espectacular en la disciplina en la que compite, el triatlón. Quedó séptimo y obtuvo diploma en Río 2016; Subcampeón del Mundo de Triatlón 2015, 2017, 2018, 2019, 2020 y 2021, este último en Abu Dabhi; Campeón del Mundo de Duatlón 2016; Subcampeón de Europa de Triatlón 2021 y tercero en 2018 y 2019; y doce veces Campeón de España.
Asegura Morales que se “ve bien, más veterano pero más fuerte y seguro. El año de Río pasé por una lesión. Para París 2024 voy mejor preparado y aún me quedan unas cuantas competiciones y encuentros de la Federación”. Llegará con 51, siendo el más veterano de la expedición española.
“Me siento muy querido por mi gente de Lanzarote –afirma- y agradezco mucho todo el apoyo que recibo cada día”. Sin embargo, no es del todo consciente del ejemplo que supone para mucha gente. De esfuerzo, de superación, de valentía. “Me cuesta asimilarlo –apunta- pero me llega y es un plus para seguir adelante los días duros. Esos de entrenamiento solitario, con frío y lluvia pero sin meta, en los que no puedo con mi alma”. “Sin embargo, -añade- a veces cuando estoy compitiendo esta responsabilidad puede convertirse en una mochila llena de piedras, que se suma a lo muchísimo que me exijo yo. Mínimo, pódium”.
Antes de París 2024, si lo permite el calendario, tratará de participar en algunas competiciones locales como el OceanLava, el Desafío8ªIsla o la Travesía del Río, que le sirven “como piedra de toque, porque son competición, y es mi forma de apoyar al deporte de Lanzarote”.
“Fácil no es –explica Morales- pero soy una persona muy disciplinada y constante. No me rindo. Y mientras me vea en forma y sea competitivo voy a seguir dando guerra. El día que vea que los pibes me pasan por arriba me buscaré otra cosa en la que competir… Hasta al póker”.
