Es un factor clave en la decoración. El color define las sensaciones que genera un espacio, por lo que es muy importante saber aplicarlo y también combinarlo. Por supuesto, hay criterios que debes conocer.
Tenemos el mono color o ‘total look’, en el que se juega con las tonalidades y es tendencia tanto en la decoración como en la moda. Y, en términos muy básicos partimos de la combinación con tres tonos.
En la combinación armónica juntamos tres colores consecutivos dentro del círculo cromático. No importa si son fríos, cálidos, o si contiene de ambos. Hay un aspecto fundamental al combinar tonos: uno de ellos ha de ser el dominante. Los otros dos actúan como complementarios. Al estar próximos en el círculo, el resultado es sosegado. Aporta paz, resulta acogedor y confortable.
En la combinación armónica contrastada jugamos con los complementarios enfrentando colores opuestos dentro del círculo cromático. Se crean espacios dinámicos y visualmente contrastados, aunque sin grandes estridencias. Por ejemplo, amarillo (dominante) con azul y violeta.
La regla del ‘60-30-10’, juega con las proporciones y es infalible si buscas una combinación cromática equilibrada. El color dominante (paredes) afectará al 60% de los elementos. El secundario, 30%, es el que da interés y se aplica a los muebles. Y el color de acento (10%) se reserva para los complementos.