La apnea del sueño es un problema serio. Ocurre cuando estás durmiendo y, de pronto, dejas de respirar durante unos segundos o bien, la respiración se hace muy superficial. Como si te olvidaras de respirar. Esto puede ocurrir muchas veces durante la noche y, mientras, el cuerpo no recibe suficiente oxígeno o ninguno.
Esto puede interrumpir o no el sueño, pero afecta a tu bienestar general. La manera más directa e inmediata es que no descansas, no recuperas, y pasas el día somnoliento y sin energía. Y más a largo plazo genera hipertensión, aumenta el riesgo de accidentes, de padecer infartos, arritmias y fallos cardíacos y de desarrollar diabetes tipo 2. La apnea afecta a más del 25% de la población y se da de dos a tres veces más en hombres que en mujeres.
Dependiendo del grado, el neumólogo y/o el especialista maxilofacial pueden dictaminar medidas como introducir cambios en el estilo de vida o colocar férulas de avance mandibular (leves); uso de la máquina C-PAP durante el sueño como tratamiento paliativo (moderados); o aplicar cirugía ortognática como tratamiento curativo (moderados a graves).
Y cuando se trata o se cura la apnea: el sueño es reparador, descansas; adiós a la somnolencia diurna, te sientes bien física y emocionalmente, aumenta tu concentración, respiras mejor, etcétera…
Apnea del sueño
