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The Veil, Centro Internacional de Convenciones

El centro de convenciones ‘The Veil’, en Ho Chi Minh, Vietnam, es un prodigio de diseño que facilita la interacción entre espacios y está inspirado en la visión desde el otro lado de un velo de novia

El Velo (The Veil) es un centro internacional de conferencias polivalente. También se le conoce como el Palacio Blanco (White Palace) de Pham Van Dong, nombre de la avenida más atractiva de la entrada Norte de la capital vietnamita, Ho Chi Minh. Fue diseñado para destacar en el contexto metropolitano y su particularidad estriba en que el edificio ya estaba definido antes de contratar a los arquitectos: Me+Architecs y ThoA Athelier. El Velo se construyó para PQC Group en apenas un año, entre 2019 y 2020, y ocupa una superficie de 20.000 m2.
El concepto se inspiró en el velo de la novia en su boda. Desde el exterior, el centro presenta numerosas capas segmentadas y emotivas que abrazan los caminos y aportan texturas a la estructura. Además, crea un espacio acogedor en el interior y maximiza la zona de recepción, facilitando la interacción de los asistentes en el espacio previo al evento.
Su arquitecto principal, Nghiem Dinh Toan (de Me+Architecs) explica que cuando llegaron, “el volumen consistía en una estructura con una proporción espacial tres veces mayor en las zonas cerradas que en los espacios abiertos. Por tanto, la tarea consistía en mejorar el espacio de transición ya existente. Y, como es intrínsecamente imposible ampliar el espacio disponible, experimentamos con materiales capaces de engañar la percepción espacial”.
“Ampliamos primero el espacio verticalmente. El volumen consta de dos salas de recepción de 10 x 10 metros de ancho y alto espaciadas en dos bloques. El techo rebajado está formado por paneles de aluminio pulido que captan y reflejan todo el espacio y las actividades que se desarrollan debajo. La sala parece así el doble de alta”.
“En el lado opuesto, horizontalmente, unas estructuras de acero perforadas y pintadas de blanco dan un aspecto ‘semitranslúcido’ desde el exterior y ‘engañan’ una vez más sobre el tamaño real del volumen. El espacio ya no está limitado por sus dimensiones físicas, sino por la estimulante impresión del material. Este ‘velo’ proporciona un espacio privado y separa las actividades de la ruidosa avenida al tiempo que despierta el interés de los que están fuera y hace que el trayecto hasta el salón sea mucho más atractivo y delicado”.

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