La decoración del próximo 2025 apunta a una fusión del minimalismo con la estética maximalista de los setenta con altas dosis de funcionalidad y apuesta por la tecnología y la domótica, sutilmente integradas
Entre las principales tendencias en decoración e interiorismo para el inminente 2025, cabe destacar una fusión entre opuestos: minimalismo-maximalismo, pero con marcadas notas setenteras. La otra gran fusión estética radica en la convivencia entre los materiales naturales con la tecnología y la domótica.
Más o menos nórdico ortodoxo, emocional u orgánico, el minimalismo nunca ha dejado de estar presente como tendencia. En esta nueva temporada actúa como influencia, abrazada con la estética maximalista en los muebles y papel tapiz, característicos de los años setenta y ochenta.
Se tiende al exceso. Veremos un uso generoso y ecléctico de patrones, texturas, colores y objetos decorativos. No hay miedo a la mezcla de estilos y épocas y cada rincón está lleno de detalles y elementos que cuentan algo. Cuidado con caer en la saturación.
Los muebles destacan por las texturas, materiales naturales y lo artesanal. A su vez, sirven de soporte a una presencia sutil de la tecnología, integrada en los espacios. Dispositivos inteligentes como asistentes de voz y sistemas de automatización que aportan más funcionalidad a las habitaciones.
A esta preferencia por los materiales naturales y sostenibles como la piedra, madera y fibras orgánicas, se suma una significativa conexión con la naturaleza. Jardines interiores, grandes ventanales que permiten la entrada de luz natural y numerosas plantas de interior serán elementos esenciales para crear ambientes relajantes y saludables.
A estas líneas básicas hay que añadirle, a modo de pinceladas, ideas y detalles para mejorar espacios. Cuero y ‘look’ trenzado o de rejilla que, por sus texturas, se asocia con lo hecho a mano. Acabados con nuevas sensaciones, como el tapiz de las paredes y las superficies tridimensionales que aumentarán la percepción de profundidad y aportarán textura. Puedes darle un toque ‘retro’, con los estampados de las casas de los setenta y ochenta o incorporando muebles ‘Mid- Century’ (de los años 50).
U otras posibilidades cromáticas como los azules, blancos y tonos fríos con el océano como inspiración; y el uso de superficies brillantes e iridiscentes para la cocina o el baño. Al ya referido toque ‘eco-friendly’ se suma la flexibilidad de los diseños modulares y multifuncionales, que se puedan adaptar a tu vida en cada momento.