Si hay un gato enano es el Munchkin. Tiene las patitas más cortas de lo normal, su cuerpo es rechonchito y son muy juguetones y cariñosos
El Munchkin es el equivalente felino al perro salchicha. Pequeñito, con las patas muy cortas, la columna vertebral larga y los hay de pelo largo o corto. Surgieron por una mutación genética natural (mantenida por cruzamientos selectivos) hace apenas cuarenta años en el estado de Nueva York. Aunque existen referencias de gatos así en Inglaterra y Rusia antes de la II Guerra Mundial, fue en 1983 cuando ‘reapareció’ en Estados Unidos.
Sus ojos son almendrados y son pequeñitos. Su peso medio es apenas de tres kilos, siendo ligeramente más grande el macho. Tienen el cuerpo grueso, ‘rechonchito’, y el pecho redondeado. Por sus patas cortitas, apenas levanta quince centímetros del suelo, sus movimientos son muy similares a los de un hurón. Según la longitud de sus patitas, encontramos dos tipos de gatos Munchkin, los Super Short (5 a 7 cm) y los Rug Hugger (no más de 5 cm).
Pueden ser de cualquier color, siendo los más comunes blanco, chocolate, crema, azulado o negro. Los de pelo corto tienen una capa de manto afelpada y esponjosa mientras que los Munchkin de pelo largo, por su mayor longitud, podrán adaptarse a cualquier tipo de clima.
Respecto a su personalidad, el ‘gato salchicha’ es dulce, cariñoso y extrovertido, tremendamente curioso y muy juguetón. Incluso ya de adulto. Si tienes un cachorro Munchkin, es muy probable que siempre trate de estar cerca de ti o de los tuyos para pedirte alguna caricia. Les gusta la compañía y se presta incluso a que le enseñen a llevar y traer cosas y obedecer determinadas órdenes. Este carácter sociable facilita su integración y convivencia en un hogar con otros animales domésticos como perros u otros gatos.
No requieren de ningún cuidado especial más allá de un cepillado a la semana (pelo corto) o uno cada tres días (pelo largo). Su alimentación no difiere de la de cualquier otro gato. Es carnívoro, pero puede alimentarse a base de pienso (formulado para su edad y peso). Y, a pesar de su tamaño, el Munchkin es longevo. Su esperanza de vida es de unos quince años.
Si te has enamorado de estos gatitos y quieres uno ya, busca criadores profesionales especializados en esta raza y también puedes recurrir a refugios o protectoras.