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Lanzarote mágica: Costa Teguise

Costa Teguise, posiblemente la localidad turística con mejor índice de calidad de vida, nació de salinas y cultivos en una operación planificada para crear la urbanización de alto nivel que hoy es

Es tranquila, bonita, amplia y ordenada, ideal para vacaciones en familia… O en pareja, o para acoger congresos profesionales, o… El listado es largo. Tanto como el de las razones para venir, conocerlo y quedarse. Como sus 3,5 kilómetros de paseo marítimo, playas, hoteles de varias categorías, una amplia oferta de ocio y gastronomía, es la mejor conectada con el Norte de la isla y está a cinco minutos en coche de la capital, a diez del aeropuerto, etcétera.
Todo empezó en 1970, cuando la empresa Explosivos Río Tinto compró doce millones de metros cuadrados para desarrollar una urbanización turística de alto nivel. Un nacimiento planificado que se nota en el orden y diseño de Costa Teguise. Antes, cultivos y salinas sobre las coladas volcánicas del Tahíche y el Tinaguache.
Evolucionó en torno a tres focos de interés, que tenían en común la visión artística de César Manrique. En 1977 se inaugura el hotel Gran Meliá Salinas, de cinco estrellas, diseñado por Fernando Higueras y César Manrique. En 1979 recibe el Premio Internacional de Arquitectura. Se convierte así en objeto de deseo del turismo de lujo. Recientemente se ha incorporado al formato Paradisus by Meliá como Destination Inclusive® Luxury Resort para adultos (>16).
En 1979 se construye la Residencia Real La Mareta, diseñada por Fernando Higueras y César Manrique para el rey Husein I de Jordania. En 1989, se la regala a la Casa Real Española (incorporada a Patrimonio Nacional, Ley 23/1982). Desde entonces ha acogido como invitados a relevantes autoridades internacionales y es residencia vacacional de los presidentes del gobierno español.
El tercer foco, epicentro de la vida turística en Costa Teguise, es el Pueblo Marinero. Creado por César Manrique y el arquitecto Alfonso Galán entre 1979 y 1982, destaca por su arquitectura tradicional canaria, paredes blancas y carpintería verde, el buen gusto, las líneas orgánicas, la armonía y por sus numerosas chimeneas típicas de Lanzarote.
Así, durante años, se han ido sumando ofertas de ocio como el campo de golf, el Aquapark, el Aquarium, hoteles enfocados al deporte como el Santa Rosa y el Sands Beach, conjuntos residenciales, centros comerciales, de salud y educativos; y acoge competiciones deportivas como la Maratón internacional o el PWA de Windsurf. Y, sin embargo, mantiene su esencia de lugar apacible, confortable y bonito.

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