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La Graciosa, primavera todo el año

La Graciosa está consolidando un cambio de modelo productivo, económico y social. El turismo es ya el motor indiscutible de un territorio ultra frágil mirado con lupa para evitar ‘horrores’ urbanísticos

El 26 de junio de 2018 el Senado reconocía a La Graciosa como la octava isla habitada de Canarias. “Esta designación ha supuesto la mayoría de edad de un cambio de modelo que se venía labrando desde hace treinta años y que, sin duda, está siendo muy beneficioso para la isla porque la vida en torno a la pesca es muy dura”, explica Miguel Páez, comunicador social graciosero.
“Las pruebas deportivas, como El Desafío 8ª Isla, suponían hacia 2012 un respiro en cuanto a entrada de dinero para La Graciosa porque luego el invierno era largo y quedaba desierta. Así era y mucho más cuanto más atrás. Hoy viene gente a pasar el día, pero vienen todos los días. Es más sostenible porque a la tarde la isla se queda tranquila y se respira paz”, explica José Miguel Guadalupe desde su 4×4 turístico.
“El Desafío se ha aparcó más por motivos medioambientales, pero se siguen celebrando LaTravesía El Río (29 de septiembre), aunque acotada a 500 plazas, 200 menos; y la contrarreloj del Ultrabike Santa Rosa (3 de mayo), entre otras pruebas deportivas menos multitudinarias”, apunta Lorenzo Luzardo, del Área de Deportes del Cabildo de Lanzarote.
“Ser oficialmente ‘Octava isla’ –añade Miguel Páez- ha supuesto que mucha más gente venga a conocerla. Por curiosidad o novelería, un 9% de quienes visitan Lanzarote vienen a La Graciosa y esto se nota aún más en fechas puntuales como Semana Santa, fiestas y en verano, que puede alcanzar las 5.000 personas”.
“A la designación hay que sumarle el efecto ‘descorche’ tras la pandemia y el del ‘papel cuché’ por la boda de Anabel Pantoja, en octubre de 2021. La gente se volvió loca. Ahora ves en portales inmobiliarios casas en Caleta de Sebo por 280.000, 750.000, o 900.000 euros o por más de un millón de euros en Pedro Barba. Hace poco se vendió en Caleta un apartamento de una habitación en segunda línea por 300.000 euros… ¡En dos horas! Súmale los establecimientos de la isla y el alquiler vacacional. Tienes que pedir cita en los restaurantes. Evidentemente, la paz se acabó”, explica Leonor Falcon, dietista y agente inmobiliaria.
“Desde la declaración como octava isla se viene haciendo una promoción turística conjunta de Lanzarote y La Graciosa, tanto desde Teguise como desde la SPEL Turismo de Lanzarote y se está publicitando como territorio sostenible, como el tesoro medioambiental que es”, explica Rita Hernández, edil de Urbanismo y Turismo de Teguise.
“Tiene una población censada de unas 750 personas -añade Hernández- y es verdad que en verano puede quintuplicar esta cifra, pero el crecimiento urbanístico legal está muy atado por una montaña de burocracia de tres administraciones. Un hotel, por ejemplo, es impensable en La Graciosa. Y se están tramitando muchos expedientes por obras de ampliación irregulares en viviendas…”.
Mucho menos optimista es Faelo Morales, graciosero y hombre de radio en Lanzarote. “La Graciosa sigue teniendo esa esencia maravillosa, pero ahora está masificada. Se echa de menos a las administraciones en asuntos como limpieza y mantenimiento. Las pistas están hechas polvo, hasta el mismo puerto… Con mucho tráfico pero las mercancías sin subvención, por lo que cualquier producto básico es carísimo aquí. Y en verano ya no consigues dónde quedarte. Se ha convertido en una extensión de Lanzarote”.
“En términos de inversión, –concluye Morales- las grandes fortunas conejeras tienen casa aquí. Como la oferta es muy escasa los precios han roto el termómetro y la especulación se ha adueñado de la octava isla. Al menos, las autoridades en Lanzarote han anunciado una revisión del alquiler vacacional…”

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