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Cuidados del jardín en primavera

Te da muchas alegrías pero tener un jardín bonito es un no parar, porque hay labores para todo el año, de todo tipo, y algunas requieren planificación

Temperaturas templadas, sol, lluvias ligeras… La primavera es la temporada perfecta para el jardín, porque son muchas las especies que tienen su floración en esta época y, además, permite labores desaconsejables con frío o calor. Hay otras que requieren mantenimiento todo el año.

Por ejemplo, plantar y trasplantar. Es, junto con el otoño, el mejor momento porque las plantas están más activas y facilitan el enraizamiento. También lo es para la reproducción por esquejes. Y para sembrar semillas de: Amapola, Boca de dragón (Antirrhinum Majus), Caléndula, Zinnia, Girasol, Tagetes, Aster de China, Cosmos, Guisantes de olor y Lobelia.

Adapta los riegos a las nuevas condiciones y a las necesidades de cada especie. Recuerda, mejor quedarse corto que pasarse. Riega por la mañana temprano o al atardecer. Más agua si la planta está a pleno sol o expuesta a los vientos y no mojes las flores (durarán menos).

Aplica un fertilizante granulado de liberación lenta. Tienen una cantidad equilibrada de Nitrógeno, Hierro, Fósforo, Potasio, Calcio y algunos micronutrientes necesarios para fortalecer las plantas y minimizar el riesgo de plagas y enfermedades. Existen abonos especiales para las plantas de flor, con más Fósforo y Potasio que Nitrógeno para facilitar la floración.

Aunque las podas importantes se hacen en invierno para árboles, arbustos, trepadoras y rosales, a lo largo del año se hacen necesarias ‘intervenciones ligeras’, como: eliminar ramas secas, rotas, enfermas, chupones, rebrotes que hayan podido surgir desde la misma raíz y frutos pasados.

Los setos formales requieren entre tres y cinco recortes de perfilamiento al año. Las plantas vivaces y de temporada, si están larguiruchas y poco densas se les deben recortar las puntas de los brotes para que se desarrollen tallos laterales y que la mata sea más compacta y ramificada. Así darán más cantidad de flores. Y recorta tras la floración: Orégano, Menta, Melisa, Lavanda, Tomillo, Salvia, Santolina; para evitar que se vuelvan leñosas.

Respecto a posibles plagas y enfermedades, es primordial el diagnóstico precoz. Inspecciona con frecuencia las hojas para descubrir la presencia de parásitos o cualquier signo de enfermedad. Cuanto antes los descubras, más fácil será su control. Complementa con un tratamiento preventivo de las plagas más frecuentes: pulgón, cochinilla y mosca blanca. Trata preventivamente con insecticidas o fungicidas. Para un control ecológico, puedes mitigar el pulgón introduciendo sarantontones (mariquitas).

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