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Casa Selva Alegre, equilibrio y transparencia

Selva alegre es una residencia privada ubicada a las afueras de Quito, Ecuador, que destaca por el uso de la madera, la piedra y el vidrio en una conexión espectacular con el entorno

La Selva Alegre ocupa 450 m2 en una parcela de 4.524 m2. Se construyó entre 2016 y 2020 y está en Los Chillos, un área rural de Quito rodeado de naturaleza plena y de unas vistas espectaculares. A ellas que se debe el diseño de la casa Selva Alegre, desarrollada en una sola planta, con el concepto de una hacienda y un diseño audaz y moderno. La casa utiliza la altura para conectar y diferenciar espacios interiores, aprovecha al máximo la luz natural y aplica múltiples fórmulas de sostenibilidad.
Para la distribución interior se generó un proceso de fragmentación de zonas, diferenciando lo social de lo privado a través de un puente sobre la piscina y manteniendo en el centro el patio cubierto como corazón de la vivienda. Éste distribuye los ambientes y acoge la zona social, donde se genera el principal punto de encuentro. Asimismo, la cocina juega un papel importante dentro de la familia, por lo que se genera una relación directa con la zona social y el jardín.
Al mismo tiempo, la idea de que cada espacio fuera único y tuviera una conexión íntima con la naturaleza llevó a enmarcar en grandes ventanales las visuales unitarias que cada ángulo enfoca, resaltadas por la sinuosidad de la cubierta que simula y enmarca el perfil montañoso.
El techo es una manta ondulada continua y eficiente que protege suavemente toda la construcción debajo de ella. Se eligió madera laminada, por sus propiedades flexibles y por la sensación natural que genera. La triangulación de la estructura crea un ensamblaje eficiente y facilita su transporte a un lugar remoto.
El modelo computarizado permitió la repetición de vigas específicas y una constructibilidad total. La piedra, extraída de una cantera cercana, aporta el necesario hilo conductor entre estructura y espacio a la vez que aporta identidad con el entorno.
Selva Alegre fue creada y diseñada por los arquitectos Gabriela Anker y Aaron Leppanen, del estudio Leppanen Anker Arquitectura (www.leppanenanker.com), con la participación de: Insólito (diseño de interiorismo); Diseño estructural: EDIMCA – Rubechi Wood Technology; Highlights (iluminación); Mónica Bodenhorst (paisajismo); más la ingeniería y construcción de Miguel Ángel Salazar, Francisco Vélez, Fabian Miño, Milton Perugachi, Rodrigo Lalaguaña, y Alberto Dionicio.

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