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Moda otoño 2025

Un color, el marrón. Temporada marcada por la gama cromática del marrón. Destaca un tono más oscuro, cercano al marrón chocolate. En todo. Vestidos terminados en gasa, botas, y hasta guantes de cuero. Es un color distinguido y maleable, con mucho reinado por delante.

Plan B, el mostaza. El amarillo mantequilla de la pasada temporada se oscurece y se convierte en mostaza. Hasta el denim adoptará este tono, más elegante y funcional.

Una textura, el pelo. El abrigo peludo es el ‘must’ aunque también lo tendrás en gorros rusos tipo ushanka (Dsquared2) o ribetes de pelo y multicolor (Marni). El accesorio ‘must’ es la estola de pelo, sintético casi todos.

Animal print, serpiente. De lo más dosmilero a lo más boho, se imprime en minivestidos con guantes a juego, en vestidos con volantes y manga larga (Zimmermann) o en botas, complemento perfecto en el que invertir.

Accesorio, los charms. Como los Sony Angels o los Labubu, la tendencia se vuelve omnipresente esta temporada con la misma mirada naif y como uno de los accesorios estrella. Ganan los peluches, con ositos y otros diseños adorables rescatados de la infancia.

Gabardinas rompedoras. Las ‘trench’ se resignifican en formatos que incorporan algún elemento especial. Guiños sutiles que no comprometen su versatilidad pero destacan frente a las más básicas. Givenchy, Victoria Beckham, Junya Watanabe, Rokh, Duran Lantink, o Carolina Herrera apuestan por ellas.

Transparencias. Chanel confirma que el tul seguirá siendo muy tendencia este otoño, en su versión más romántica, en tonos como el rosa palo y acompañado de prendas de ‘tweed’. Dior, en cambio, le confiere un enfoque más onírico con tonos crudos combinados con diseños bohemios y un acabado ‘effortless’.

‘Jeans’ rectos o nada. Las firmas que dominan el estilo boho han acordado rescatar los ‘jeans’ rectos. De tiro medio o bajo, muy largos y con detalles como la abertura en el bajo. Combinable con prendas y accesorios hippies.

Básicos como tendencia. Camisetas, polos y pantalones rectos como piezas de culto. Se reinventa el ‘streetwear’ en clave más minimalista y funcional. Quedan atrás los estampados excesivos y se priorizan líneas limpias y detalles sutiles. La camisa clásica se actualiza. Versiones antiarrugas, elásticas y de planchado fácil. Polos de manga larga en tejidos eco-responsables e innovadores como alternativa al jersey.

Comodidad y libertad de movimiento. Pantalones ‘tapered’ y trajes en tejidos técnicos que aportan comodidad y libertad de movimiento. Ganan terreno las versiones lavables en casa y resistentes a manchas. Los abrigos, largos. Las chaquetas como sobre camisas, indispensables.

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