Surgido en un punto de inflexión social, a mediados del siglo XX, el Mid Century es un estilo inmortal por su estética funcionalista, sencilla y siempre adaptativa desde su esencia
Surge en un momento de metamorfosis social, un punto de inflexión, en el que los hogares empezaron a ser menguantes y había que adaptarse. Ésa es su esencia: la adaptación. Y, como la humanidad misma, esa adaptabilidad incluso a cambios trascendentales es la que explica su supervivencia a través del tiempo y las modas.
Una flexibilidad estética que se sustenta en su sencillez y su funcionalidad esenciales. Apenas se observan elementos muy llamativos o distintivos, muy poco o nada recargado. Es capaz de integrar en un solo conjunto estilos y técnicas decorativas diferentes haciendo que siempre quede atemporal. Podría sonar a obsoleto pero no te dejes engañar. Es una de las estéticas más vanguardistas, innovadoras y deseadas de todas.
La integración de lo natural dentro del propio mobiliario y la decoración recuerda a estéticas de hoy mismo. Lo mismo que el siempre presente minimalismo escandinavo que, en realidad bebe del Mid Century. Y la multifuncionalidad de espacios, que pueden ser ‘muchas cosas a la vez’ en distintos momentos, con muebles que posibiliten esta metamorfosis. Igualito que hoy.
En un apartamento Mid Century destacan su aspecto pulcro, sin mucha atención al detalle; su espacio diáfano y muy luminoso. Con una paleta cromática base neutra: blanco, gris, beige… Combinable con tonos tierra. Si quieres introducir algún color llamativo, que sea de la gama de los anaranjados o amarillos, pero en muy pequeñas cantidades y en objetos muy puntuales.
Los muebles, sencillos y funcionales. Predominan en su forma horizontalidad y fluidez, con líneas limpias y trazos rectos. Estampados discretos y con motivos geométricos en tonos sobrios y neutros propios de la estética industrial. Hereda de ésta igualmente los materiales predominantes. Metales, como bronces, especialmente en lámparas y otros objetos que aportan una estética muy retro. Generan un punto focal atractivo y vintage. La madera asegura la conexión con la naturaleza y la abundancia de luz natural, el vínculo con el exterior.
También de estética industrial, el Mid Century toma la simplicidad llevada al extremo de dejar la estructura al descubierto. Alguna pared en ladrillo visto, vigas de madera al aire, como pilares metálicos y alguna canalización del techo. Como un loft neoyorquino.