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Kitschmas, Navidad divertida y ‘gamberra’

Llegó tímida pero este año apunta a tendencia. La seriedad y el recogimiento clásico frente a su versión rosa chicle, Barbiecore y punk con purpurina. Un desafío consciente hacia lo más hortera, una caricatura vibrante

La Navidad 2025 es bipolar. Por un lado, la tendencia neo vintage se abre camino. Por otro, la Navidad kitsch, ‘Kitschmas’, se asomó ligeramente el año pasado pero este apunta a que viene para quedarse. El contraste es brutal pero la experiencia de probar ‘lo nuevo’ promete ser muy divertida.

La Navidad neo vintage es ‘retro-clásico-elegante’. Exageradamente tradicional, hay tejidos nobles como terciopelo y metal envejecido. Nostálgica, pero con una estética cuidada y refinada pero no ostentosa y tampoco minimalista extremo. Usa paletas suaves como los granates, verde musgo, burdeos, dorados apagados. Materiales naturales o con una sensación ‘craft’ (artesanía, hecho a mano) frutas frescas o de cera, madera, ramas secas. E, importantísimo, sensación de calidez y sofisticación cuantiosa pero equilibrada.

En la esquina contraria del ring, la Navidad hortera, Barbiecore y maximalista con purpurina en la que Papa Noel es el estandarte de lo kitsch. Y kitsch es… Un supuesto arte producido en serie que imita estilos populares o artísticos y que abraza deliberadamente lo hortera. O sea, hortera con causa y propósito, con ironía y hasta con reivindicación estética.

La tendencia Kitschmas mezcla y combina cuantas más cosas mejor. Mucho color, estampados y las decoraciones divertidas y extravagantes. Sin complejos. Desde un árbol rosa fucsia y una bola de discoteca por estrella, colores que chocan, una iluminación cañera con mucho neón, figuras Pop Art, espumillón exagerado, adornos absurdos o desproporcionados con motivos de comida y bebida…

Por actitud es un tanto punk por lo desafiante. No es mal gusto ingenuo, es ‘camp’. Un guiño a lo hortera con la intención de divertirse y romper moldes. Y en los colores comparte ADN con un Fauvismo con luces LED y con el Barbiecore. Estética de videoclip noventero más feria de luces. Una caricatura traviesa o una parodia deliberada de la Navidad tradicional. Un universo que parece salido de un sueño no apto para diabéticos, con exceso de azúcar y purpurina. Con estos mimbres sólo queda la imaginación que seas capaz de ponerle para que, además, seas original.

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